sábado, 17 de diciembre de 2011

- La economía, ciencia de ideas largas. Lic. Guillermo Guadagna

Entre las limitaciones que enfrenta el hombre, esta el pensar poco y cuando lo hace solo piensa en los acontecimientos próximos y es esta precisamente una gran dificultad para quien quiere buscar a través de la ciencia económica el bien con la verdad.

Los razonamientos económicos que sólo contemplan lo que va a acontecer en
lo inmediato sin analizar ni comprender lo que ocurrirá en lo mediato,
muchas veces hace equivocar el camino , aún quien lo haga,  tenga la mejor
de las voluntades. Por esto no sólo hay que pensar en  las consecuencias
inmediatas de una decisión económica sino que el razonamiento debe ser más
largo y analizar, cual un  juego de ajedrez, las consecuencias que se
generarán a partir del efecto multiplicador que toda acción económica
tiene.

Entendiendo por efecto multiplicador a las consecuencias que un
determinado acto económico causan en una cadena de agentes económicos en
forma positiva lo que en economía se denomina “circulo virtuoso” o en
forma negativa lo que se denomina “ círculo vicioso de la pobreza”.

En el primer caso se refiere a que decisiones acertadas que generaran
efectos positivos sobre todos los agentes económicos que estén vinculados
con la transacción y sus efectos,  y el segundo se refiere a hechos o
decisiones , como hecho puede ser una sequía y como decisión una medida de
gobierno, que traen una desmejora en los agentes económicos
transfiriéndoselas de unos a otros y así sucesivamente.

Siendo esto así, que un hecho o una decisión económica traslada su efecto
de unos a otros tanto en una cadena virtuosa como en un círculo de
pobreza, es necesario que quien tiene a su cargo tomar decisiones lo haga
pensando en todos los efectos que generará y no solo en el resultado
próximo. Mas responsabilidad aún  tienen los economistas, pues al haber
estudiado esta ciencia debieran haber desarrollado su capacidad de ver las
consecuencias unos pasos más allá del acontecer inmediato, cual un jugador
de ajedrez, que antes de mover una pieza analiza todos los posibles
movimientos futuros tanto propios como los de su contrincante y es mejor
aquel que ve más lejos , que mas puede anticiparse al devenir de los
acontecimientos y obra adecuadamente en función de esto.

No hay en economía ninguna decisión que implique una sola consecuencia,
debe por lo tanto ser nuestro Criterio más amplio y abarcativo, con un
entendimiento claro y atinado que nos permita pensar en todas las
consecuencias que sobrevendrán y no solo en las próximas.

Las ideas cortas,  los análisis próximos y limitados están mucho más
influidos por los propios intereses, si solo hasta allí vemos,
seguramente, hemos de decidir de acuerdo a lo que nos conviene, de acuerdo
a las pautas utilitaristas del propio interés, pero en tanto nos vayamos
hacia adelante tratando de vislumbrar lo que ocurrirá allá a lo lejos,
tanto geográfica como temporalmente, iremos adquiriendo la objetividad
propia de la tercera persona y decidiremos más en función de lo que debe
ser y no de lo que queremos para nosotros, lo que inexorablemente nos
llevará, en tanto seamos buenas personas, a hacerlo de acuerdo con la
recta razón dentro de los parámetros de la virtud.

Teniendo en cuenta lo antes expuesto, podemos asumir otra óptica para ver
las consecuencias de los hechos económicos y no solo aquellas próximas.
Tener esto en cuenta, significa, que es de suma importancia el disponer de
un claro y atinado criterio que vea largo, pues si este así no lo fuera
caeríamos en decisiones desacertadas que, aún con recursos, nos llevarían
a la pobreza o aun mayor desequilibrio, tal y como lo vemos en el mundo de
hoy, donde con recursos suficientes y aún excedentes en muchos casos,
observamos millones de personas excluidas, hambrientas, sumidas en la
pobreza.